El Obispo de Sonsón Rionegro (Colombia), Mons. Fidel León Cadavid Marín, pidió a las autoridades buscar soluciones efectivas "para contrarrestar de manera definitiva y no paliativa" las consecuencias de la violencia armada en el Oriente Antioqueño.
En un comunicado publicado el 14 de febrero, el obispo expresó la preocupación de la Iglesia local por la violencia en esta subregión del departamento de Antioquia, especialmente en los municipios de Nariño y Argelia de María.
El fin de semana pasado los habitantes de esos municipios se confinaron en sus casas luego de que circulara por WhatsApp un mensaje atribuido al Clan del Oriente, amenazando con represalias a quienes salieran de sus viviendas.
Asimismo, según informes de las autoridades locales, en el Oriente Antioqueño también hay presencia de otros grupos armados como el Clan del Golfo, las disidencias de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Esta situación fue señalada por Mons. Cadavid Marín, quien denunció las amenazas a la población, los asesinatos de líderes sociales, los desplazamientos forzados y otras consecuencias del accionar de los grupos armados, generalmente asociadas "a las disputas por las rentas del microtráfico".
"La situación de orden público es preocupante ante la llegada de estas estructuras criminales que se hacen cada vez más fuertes en nuestra subregión por el control de fronteras territoriales y el microtráfico", expresó el obispo.