Mons. Rolando Álvarez Lagos, Obispo de Matagalpa, rechazó salir de Nicaragua junto con los 222 presos políticos que fueron deportados por la dictadura de Daniel Ortega este jueves 9 de febrero.
La dictadura de Daniel Ortega deportó a 222 presos políticos, entre ellos varios sacerdotes y seminaristas, que llegaron a Washington D.C., capital de Estados Unidos, tras una sentencia del Tribunal de Apelaciones de Managua.
La sentencia señala que se deporta a "los sentenciados que por diferentes ilícitos violentaron el ordenamiento jurídico y constitucional atentando contra el Estado de Nicaragua y la Sociedad nicaragüense, perjudicando el interés Supremo de la nación".
Asimismo precisa que la deportación se ha realizado "para proteger la paz, la seguridad nacional, el orden público, la salud, la moral pública, los derechos y libertades de terceros".
En su intervención de ayer, acompañado de su esposa Rosario Murillo y de otros funcionarios del gobierno, Ortega explicó lo sucedido con Mons. Rolando Álvarez, a quien llamó "el personaje".
"Este no es un trueque", dijo el dictador. "Es un asunto de principios, de dignidad. Y lo que hace es confirmar que (los presos políticos) están retornando a un país que, su gobernante, no el pueblo norteamericano, los ha utilizado para sembrar el terror, la muerte, la destrucción aquí en Nicaragua".