El P. Enrique González, sacerdote argentino en Siria, se refirió a la situación "de caos y de pánico" que se vive en el país tras el terremoto de 7,8 grados ocurrido este lunes, y valoró la actitud de musulmanes y cristianos al agradecer a Dios por la vida y la posibilidad de atravesar la crisis.
El P. González se encuentra en Alepo (Siria), donde participa en la misión del Instituto del Verbo Encarnado (IVE). En diálogo con Cadena 3, habló sobre el desastre provocado por el sismo que azotó regiones de Turquía y Siria.
El sacerdote advirtió que el clima de "muchísimo frío" que atraviesa por estos días la región agrava la situación de los afectados por el sismo. Además, detalló, no hay electricidad ni gas en la ciudad.
"Hay que tener en cuenta que acá en Alepo, y en Siria en general, la crisis de la guerra no se ha terminado. A eso se le suma la crisis económica que causan los bloqueos comerciales y financieros, y sumado a esto, el terremoto y sus efectos", lamentó.
"Hay una sensación real de pánico, porque en cada repetición del temblor, que hay a cada rato, es un edificio que se cae, una fachada de edificio que se desarma, grietas en los pisos, y el miedo de lo que puede suceder", relató.
El Instituto del Verbo Encarnado puso a disposición sus conventos para refugiar a la gente, y al momento de la entrevista ya albergaban a 80 personas, contó el religioso.