El Obispo de Orihuela-Alicante (España), Mons. José Ignacio Munilla, ha recurrido a una cita de Aristóteles para criticar la decisión del Ayuntamiento de Valencia de aprobar la celebración de una suerte de "bautizos civiles", dirigidos también a no creyentes.
El consistorio de la capital levantina española ha encargado a su Servicio Municipal de Actas que elabore el protocolo de una ceremonia de "bienvenida a los recién nacidos" que se ofrecerá a los ciudadanos.
"Un nacimiento es el inicio de una trayectoria vital donde se dan cita sentimientos, circunstancias y momentos únicos", afirma el alcalde de Valencia, Joan Ribó.
Con motivo de la aprobación de esta iniciativa, el primer edil valenciano aseguró que "desde las administraciones públicas tenemos que garantizar la libertad y la igualdad de cada nueva vida".
Esta intención incluye, a su juicio, "el derecho a celebrar un acto que oficialice el nacimiento, con independencia de si los padres o tutores profesan o no una fe".
Tal ceremonia, a pesar de su carácter oficial, formal y protocolario, no tendrá efectos jurídicos de ningún tipo y, al no tratarse de un acto administrativo, no se establecerá una tasa.