A pesar de una clara carta de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) que pide que el aborto no sea financiado con dinero de los contribuyentes, el presidente Joe Biden afirmó que el Papa Francisco y algunos obispos no piensan lo mismo.
Esta semana, el corresponsal de EWTN en la Casa Blanca, Owen Jensen, le comentó a Biden que "los obispos católicos exigen que los dólares de los impuestos federales no financien abortos".
Biden respondió diciendo: "No, no todos están haciendo eso, ni el Papa lo está haciendo".
Sin embargo, el presidente no citó a ningún obispo que esté de acuerdo con que los abortos sean financiados por los contribuyentes, ni sustentó su referencia al Papa Francisco, quien constantemente ha condenado el aborto e incluso lo ha equiparado con "contratar a un sicario".
El intercambio de palabras entre Biden y el corresponsal de EWTN ocurrió después de que el comité provida de la USCCB expresó su firme apoyo a la Ley de Divulgación Completa de Seguros de Aborto y Financiamiento de los Contribuyentes para el Aborto.
Esta legislación prohibiría el uso de fondos federales para el aborto y para planes de atención médica que cubran esta práctica. Habría excepciones para la violación, el incesto y cuando la vida de la madre esté en peligro.