Fundación pontificia llama a orar por Myanmar a 2 años del golpe de Estado

Al menos 16 parroquias han sido abandonadas, mientras que 19 templos y edificios de la Iglesia fueron destruidos en el estado de Kayah, según ACN. Muchos sacerdotes y religiosos se han refugiado en la selva o en pueblos remotos.

A mediados de enero, los militares incendiaron una histórica iglesia católica ubicada en Chan Thar, una aldea de mayoría cristiana de la región de Sagaing.

"Oremos también por el respeto a la vida y por la inviolabilidad de los lugares de culto. Cada casa, cada monasterio, cada templo o iglesia que el régimen bombardea o quema significa un ataque a la identidad y la cohesión de la comunidad", indicó Heine-Geldern.

A pesar de las dificultades, el directivo de ACN resaltó que la presencia de la Iglesia Católica siempre infunde "esperanza" a las personas, independientemente de su fe, etnia o lugar de origen.

"Los ataques aéreos, las minas antipersona, los combates entre grupos armados, los puestos de controles militares y los cortes de energía hacen que la labor de la Iglesia esté llena de obstáculos. Es impresionante presenciar los actos de heroísmo", afirmó.

Los voluntarios de la Iglesia suelen distribuir alimentos, mantas, leña, medicinas y otras ayudas de emergencia a los desplazados internos.

"Hay que rezar especialmente por los sacerdotes, religiosos y catequistas, ya que el estrés psicológico y físico es enorme para ellos", subrayó Heine-Geldern.

Desde el inicio del conflicto en Myanmar, más de 12 mil personas han sido arrestadas, y alrededor de 1.600 han sido asesinados, entre ellos 50 niños, y decenas de sacerdotes y pastores cristianos. 

"Pidamos por el fin de la violencia y el retorno al diálogo, que sería una fuente considerable de fortaleza para el futuro de Myanmar. La paz es lo que más necesita este país, que ha soportado tanto sufrimiento durante su historia", exhortó Heine-Geldern en nombre de ACN.