En su viaje apostólico a la República Democrática del Congo, el Papa Francisco mantuvo este miércoles un encuentro con las víctimas de violencia y abusos por parte de las fuerzas rebeldes en la región Este del país.
ADVERTENCIA: Algunas descripciones de las víctimas pueden herir la sensibilidad del lector.
En ese marco, varias víctimas de secuestros, violencia, violaciones y asesinatos de miembros de sus familias dieron su testimonio y ofrendaron a Cristo las armas de quienes perpetraron los crímenes.
El primero en tomar la palabra fue un joven de la delegación de la Diócesis de Butembo-Beni, de 17 años. Junto a sus dos hermanas menores quedaron huérfanos luego del asesinato de su hermano y de su padre y del secuestro de su madre.
"Mi padre fue asesinado en mi presencia en el territorio de Beni por hombres con pantalones de entrenamiento y casacas militares. Desde mi escondite pude ver cómo lo cortaban en pedazos y luego colocaban su cabeza cortada en una cesta", relató.
Luego ocurrió el secuestro de su madre. "Mi mamá no ha regresado hasta el día de hoy. No sabemos qué han hecho con ella", precisó.