Asimismo, calificó de injustas las actitudes que mantienen algunos países donde se persigue la homosexualidad e incluso se declara la muerte a personas con esta condición.
"Somos todos hijos de Dios y Dios nos quiere como estamos y con la fuerza que luchamos cada uno por nuestra dignidad. El ser homosexual no es un delito. No es un delito. Sí, pero es pecado. Bueno, primero distingamos pecado y delito. Pero también es pecado la falta de caridad con el prójimo", aclaró el Papa.
A continuación, el Santo Padre subrayó que "no hay que discriminar a nadie", y dijo que "cada hombre y cada mujer tiene que tener una ventana en su vida donde pueda volcar su esperanza y donde pueda ver la dignidad de Dios. Y ser homosexual no es un delito. Es una condición humana", aclaró.
Además, animó a que la Iglesia contribuya a derogar las normas que persiguen a los homosexuales, aunque apuntó que se trata de "culturas, culturas en un Estado, y los obispos de ese lugar, si bien son buenos obispos, forman parte de la cultura y algunos tienen la mente todavía en esa cultura".
"Pero ternura, por favor, ternura, como la tiene Dios con cada uno de nosotros. Volvamos a las tres categorías de Dios. Dios tiene tres actitudes: cercanía, misericordia y ternura. Y con esas tres basta, está toda la teología ahí. Un Dios cercano, que está a mi mano. Un Dios misericordioso que me perdona tantas veces. Un Dios tierno", concluyó.
Camino Sinodal alemán
En cuanto al controvertido Camino Sinodal de la Iglesia Católica en Alemania, el Papa Francisco explicó que "la experiencia alemana no ayuda, porque no es un Sínodo, un camino sinodal en serio, es un camino así llamado sinodal, pero no de la totalidad del pueblo de Dios, sino hecho por élites".
"Y sobre esto yo me cuido de hablar mucho, pero ya escribí una carta que me llevó un mes hacerla. La hice solo y cuando me pregunten, digo 'vuelvan a la carta'", declaró.
Más tarde, recordó que tuvo una reunión con los obispos alemanes y argumentó que "el camino sinodal en Alemania está empezando desde las diócesis de los pueblos. Esto fue un poco elitista y no tiene todo el consenso procesal de un Sínodo como tal".
En este sentido, el Santo Padre advirtió que "el peligro es que se filtre algo muy, muy ideológico. Y cuando la ideología se mete en los procesos eclesiales, el Espíritu Santo se va a su casa porque la ideología supera al Espíritu Santo".
"Usted mencionó algunas cosas a resolver que ellos quieren resolver, ¿pero esto lo resuelves en base a qué criterio? ¿En base a tu experiencia eclesial, tomando de la tradición de los Apóstoles y traduciéndolo al día de hoy, o en base a datos sociológicos? Ahí está el problema, el problema de fondo", añadió.
Frente a esta situación, el Papa invitó a "tener paciencia, dialogar y acompañar a este pueblo en su real camino sinodal y ayudar a este camino más elitista a que de alguna manera no termine mal, sino que también se integre en la Iglesia. Siempre tratar de unir", concluyó.
El Camino Sinodal es un controvertido proceso de varios años que comenzó en diciembre de 2019 y en el que participan obispos y laicos de Alemania para tratar temas como el ejercicio del "poder", la moral sexual, el sacerdocio y el papel de las mujeres en la Iglesia, temas sobre el que han expresado, públicamente y en diversas ocasiones, posturas contrarias a la doctrina católica.
Los participantes en este "Camino Sinodal" han votado a favor de proyectos de documentos que piden la ordenación sacerdotal de las mujeres, la bendición de personas del mismo sexo y cambios en la enseñanza de la Iglesia sobre los actos homosexuales, lo que ha provocado acusaciones de herejía y temores de cisma.
El Papa Francisco escribió una extensa carta a los católicos de Alemania en 2019, en la que habló acerca de lo que llamó la "erosión" y el "declive de la fe" en el país, y pidió a los fieles que se conviertan, recen y ayunen, además de proclamar el Evangelio.
China
Otro de los asuntos abordados en la entrevista fue el acuerdo del Vaticano y China para el nombramiento de obispos y, en concreto, el encuentro que mantuvo con el Cardenal Joseph Zen Ze-kiun, a quien se refirió como "un viejito encantador".
"Él está en un proceso que es administrativo, algo así. No entendí mucho qué era, algo así como si a usted la pescan en la calle manejando sin registro, una cosa disciplinar. Y terminada, le harán pagar una multa y nada más", dijo el Santo Padre sobre el Cardenal Zen, acusado por el gobierno chino por supuestos vínculos con un fondo que ayudaba a las personas que se manifestaron a favor de la democracia en la ex colonia británica en 2019.
Posteriormente, el Papa contó que el Purpurado "se la pasa en la cárcel, todo el día. Es amigo de los guardias comunistas, de los presos. Todos lo reciben bien. Es un hombre de gran simpatía. La parte más peleadora de Zen como que fue desapareciendo. No digo que no esté, está, pero se oculta detrás de esta parte pastoral".
Sobre su reunión, explicó que "estuvimos charlando acá un rato y después vino su secretario".
"Y como los chinos son eternos, habrá que esperar, ¿qué?, varios años todavía para que se vaya, pero no puedo nombrar cardenal allí porque ya son tres cardenales que hay. Uno sucede al otro. El actual arzobispo es muy bueno, de Hong Kong. Es un jesuita muy bueno, muy bueno".
Respecto al diálogo con China, el Papa señaló que "no se rompe el diálogo" y que incluso los chinos "tienen gestos de cortesía lindos, los chinos también para con nosotros. A veces son un poco cerrados, a veces no".
Asimismo, explicó la complejidad del país debido a sus gobiernos diferentes y sus diversas provincias y aseguró que "China es un mundo. Hay que caminar con paciencia para China, yo admiro al pueblo chino".
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