Un nuevo arzobispo sirio, cuyo nombramiento fue confirmado por el Papa Francisco el sábado 7 de enero, compartió los difíciles momentos que pasó secuestrado a manos del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) y la importancia del "espíritu de perdón".
En declaraciones a ACI Prensa, Mons. Jacques Mourad, Arzobispo de Homs (Siria) elegido por el Sínodo de los Obispos de la Iglesia Patriarcal de Antioquia de los Sirios, católicos de rito oriental en comunión con Roma, recordó que cuando estuvo secuestrado por ISIS junto a un postulante de su Congregación, los yihadistas intentaban "convertirnos al islam".
Sin embargo, y a pesar del riesgo de muerte, recordó cómo otros cristianos "tuvieron el coraje y el entusiasmo de responder para testimoniar su fe".
No obstante el peligro que corría nuestra vida, resaltó, "somos discípulos de Jesús crucificado y resucitado".
Precisamente en esas condiciones, señaló, aprendió "un magnífico ejemplo de perdón".
"Uno de los yihadistas me condenó a muerte, me ponía un cuchillo sobre el cuello y me amenazaba", señaló.