VATICANO,
El Papa Francisco recibió esta mañana en el Vaticano a las Hermanas del Servicio Social con motivo del centenario de su fundación, a quienes recordó que "no hay amor más grande que dar la vida por los demás".
En su discurso a las religiosas, el Santo Padre explicó que "los dones del Espíritu tienen una vida siempre nueva".
Además, resaltó que estos dones "en cada circunstancia de tiempo y lugar se regeneran y reinventan, permaneciendo fieles a su raíz".
A continuación, citó a la hermana Marguerite Slachta, fundadora de las "Hermanas del Servicio Social", una sociedad de vida apostólica femenina de derecho pontificio cuyo fin particular es la asistencia social.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las hermanas de esta sociedad salvaron a más de 2.000 judíos.
El Papa destacó el ejemplo de la religiosa y aseguró que su "declaración durante el holocausto de que los preceptos de la fe obligaban a las hermanas a proteger a los judíos, aun a riesgo de sus propias vidas, es impresionante".