VATICANO,
El Arzobispo Mons. Georg Gänswein, quien fue secretario personal de Benedicto XVI, describe en sus memorias los días posteriores a la renuncia del Papa Emérito.
En el libro titulado "Nient'altro che la verità. La mia vita al fianco di Benedetto XVI" ("Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI"), publicado en italiano este jueves 12 de enero, Mons. Gänswein señala que "Benedicto estaba íntimamente convencido de que su existencia no duraría mucho".
Tras su traslado a Castel Gandolfo el 28 de febrero de 2013, tanto Mons. Gänswein como el médico del Papa Emérito percibieron "su deterioro progresivo".
"En las primeras semanas tras su dimisión, el Papa Emérito estaba totalmente agotado, caminaba encorvado y hablaba muy poco", escribe el Arzobispo.
Sin embargo, aclara que el médico "no diagnosticó problemas de depresión psíquica, sino un exceso de trabajo físico y mental que había que ir eliminando paulatinamente".
"La tranquilidad de ese ambiente le ayudó mucho, le permitió leer sin limitaciones de tiempo (Gregorio Magno, Agustín, pero también autores más recientes, como Romano Guardini y Eric Peterson)", cuenta Mons. Gänswein en sus memorias.