VATICANO,
Entrando en el tiempo ordinario del año litúrgico, el Papa Francisco comenzó su ciclo de catequesis sobre "la pasión por la evangelización y el celo apostólico del creyente", donde reflexionó sobre la conversión de Mateo.
A continuación, la catequesis completa del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Empezamos hoy un nuevo ciclo de catequesis, dedicado a un tema urgente y decisivo para la vida cristiana: la pasión por la evangelización, es decir el celo apostólico. Se trata de una dimensión vital para la Iglesia: la comunidad de los discípulos de Jesús de hecho nace apostólica, misionera, no proselitista, algo que desde el inicio tenemos que distinguir. No tiene nada que ver una cosa con la otra.
El Espíritu Santo la plasma en salida -la Iglesia en salida, que sale-, para que no se repliegue sobre sí misma, sino que se extrovierte, testimonio contagioso de Jesús. La fe se contagia, llegando a irradiar su luz hasta los confines de la tierra. Pero puede suceder que el ardor apostólico, el deseo de alcanzar a los otros con el buen anuncio del Evangelio, disminuya. A veces parece eclipsarse. Son cristianos cerrados que no piensan en los otros.
Pero cuando la vida cristiana pierde de vista el horizonte del anuncio, se enferma: se cierra en sí misma, se vuelve autorreferencial, se atrofia. Sin celo apostólico, la fe se marchita. Sin embargo, la misión es el oxígeno de la vida cristiana: la tonifica y la purifica.