El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández recuerda que en la Biblia se dice que "vio Dios lo que había hecho y era muy bueno" y advirtió que cuando el hombre se aleja del plan de Dios se convierte "en un monstruo de la manipulación humana".
En su carta semanal, el Prelado proclama que "Jesucristo ha santificado esta preciosa realidad de la familia humana, donde todos los vínculos de amor ayudan a nacer, crecer y madurar el amor como vocación y destino del hombre".
Así, prosigue el Obispo, "cuando un niño crece satisfecho afectivamente, su psicología se desenvuelve sana y aprende a amar, como algo connatural a su propio desarrollo". En cambio, cuando "los egoísmos de los padres se cruzan, quien sale perdiendo siempre es el hijo".
Por ello, Mons. Fernández llama a poner "nuestras mejores energías al servicio de la familia, que sufre una fuerte erosión en la sociedad actual" pues es en ella donde se aprende a amar, a servir por amor y se descubre la vocación personal.
Frente a ello, "se ha generalizado una mentalidad antinatalista y antivida", en la que los hijos se convierten "en un producto humano, regulable a capricho del consumidor".
El Obispo de Córdoba lo ejemplifica al señalar que "en las fecundaciones in vitro se fecundan y se eliminan embriones como un simple material genético, que no tiene en cuenta la persona que ha sido engendrada en cada uno de ellos".