Mons. Guido Marini: Benedicto XVI es el profeta de la salvación y la belleza

También "estamos en comunión con el Santo Padre Francisco", de cuyas palabras "conocemos la estima, la amistad que ha tenido por Benedicto", afirmó el Prelado, quien se unió a los deseos de que el Papa Emérito sea declarado Doctor de la Iglesia.

Profeta de salvación y belleza

Ante los fieles reunidos, Mons. Marini afirmó que la salvación prometida por Dios "la vemos presente en la Iglesia" y en todas las personas que decidieron acoger a Cristo, como es el caso de Benedicto XVI.

"Lo hemos visto en la vida y en la obra del Papa Benedicto. Toda la tierra ha podido ver en la grandeza de este hombre de Iglesia, la obra de Dios. Todos nosotros hemos podido contemplar qué cosa significa la salvación de Dios cuando esta es acogida en la vida de un hombre", afirmó.

"Benedicto XVI ha servido y amado al Señor en cada día de su existencia terrena. En la vida y en la obra del Papa Emérito hemos visto la salvación de nuestro Dios. Benedicto XVI, como Juan Bautista, fue profeta de salvación y por tanto profeta de belleza porque toda su vida y toda su obra ha encontrado significado, centro, motivo en Jesucristo Salvador", expresó.

En ese sentido, Mons. Marini afirmó que Benedicto XVI enseñó la belleza de la fe, de la Iglesia, de la liturgia, de la razón, de la verdad, de la libertad y de la esperanza.

"Cuántas veces (el Papa Emérito) ha hablado de la belleza de la fe como un encuentro de amor, en el cual el hombre y la humanidad encuentran el sentido verdadero de su existencia (…), y nos ha enseñado que el verdadero drama y la verdadera tragedia es sacar a Dios de nuestras vidas", indicó.

Asimismo, "nos ha enseñado la belleza de la Iglesia, que es el cuerpo viviente de Cristo (…); cierto, con la propia fragilidad y debilidad debida a nuestra humanidad, a nosotros que somos débiles y frágiles", pero santa por Jesús.

En ese sentido, aseguró a los fieles que el Papa Emérito "nos ha ayudado y nos ayudará a no caer en la trampa de hablar mal de la Iglesia, de echarle culpas que son nuestras; y de ver siempre en la Iglesia un sujeto viviente que camina en el tiempo y en la historia".

La Iglesia "siempre es la misma, que se reforma, pero en la continuidad de una obra incesante que el Espíritu realiza en todo tiempo de su historia", afirmó.

La belleza de la liturgia y de la razón

Mons. Marini, quien acompañó a Benedicto XVI en grandes eventos eucarísticos, dijo que el Papa Emérito también "nos ha enseñado la belleza de la liturgia" como "el lugar en el cual cielo y tierra se encuentran, y la tierra se hace más bella porque es tocada por el cielo de Dios".

"Nos ha enseñado la belleza de la razón que se abre a la fe y a Dios. Una razón que, cuando se hace humilde y reconoce que no se basta a sí misma, se abre a Dios y a la fe, alcanzando la plenitud de su posibilidad", añadió.

En ese sentido, aseguró que el Papa Emérito ha mostrado cómo "rechazar una razón cerrada en sí misma y por tanto sujeta a las ideologías".

La belleza de la verdad, la libertad y la esperanza

Asimismo, afirmó Mons. Marini, el Papa Emérito "nos ha enseñado la belleza de la verdad", que "no es abstracta, sino una persona: es Jesús".

El Prelado aseguró que Benedicto XVI "nos ha ayudado y nos ayudará a no caer en lo que ha llamado la dictadura del relativismo y que se convierte en el único pensamiento posible, capaz de perseguir cualquier otra expresión de pensamiento, por su fanatismo ciego y sin sentido".

"Nos ha enseñado la belleza de la libertad para que nosotros seamos ayudados, ahora y en el futuro, a ser libres, libres de todo ídolo, libres sobre todo del peor ídolo que somos nosotros mismos", expresó.

Finalmente, dijo, "nos ha enseñado la belleza de la esperanza, que ha tenido siempre un nombre: Jesús"; y así, Benedicto XVI "nos ha ayudado y nos ayudará a no perder nunca de vista que el Cielo es la verdadera y única esperanza" durante "nuestro camino terreno".