La arqueóloga Cayetana H. Johnson, de la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid, explica cómo los escritos del explorador italiano Marco Polo abren la puerta a descubrir la ruta que tomaron los Reyes Magos desde Oriente hasta la ciudad de Belén para adorar al Niño Jesús.
San Mateo, en su Evangelio, relata cómo “habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén” y preguntaron por el Rey de los judíos.
Herodes indicó a aquellos visitantes de lejanas tierras que siguieran hasta Belén y retornaran con información sobre el lugar, pues temía perder su trono. Después de adorar al Niño “habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino” (Mt. 2,12).
La profesora de Lengua Aramea y Hebrea, Cayetana H. Johnson, detalla que “se puede establecer cuáles fueron las rutas seguidas por nuestros sabios persas gracias al relato del comerciante Marco Polo”.
En 1298, el viajero dejó escrita en Los viajes de Marco Polo, el veneciano alguna información que recopiló durante sus viajes relativa a los Reyes Magos del Evangelio:
“Antiguamente, tres reyes de aquel país fueron a adorar a cierto rey nacido y llevaron consigo tres ofrendas, a saber, oro, incienso y mirra: oro para que supieran si era un rey terrenal; incienso, para que supieran si él era Dios; y mirra, para que supieran si era hombre mortal”.