Luego de su deceso, los restos de Benedicto XVI permanecieron en el Monasterio Mater Ecclesiae, su lugar de residencia desde su renuncia en 2013. El pequeño monasterio se ubica en los Jardines Vaticanos, en una colina detrás de la Basílica de San Pedro.
El 1 de enero de 2023, la Santa Sede difundió las primeras imágenes del cuerpo del Papa Emérito con un rosario en la mano y recostado al pie del altar de la capilla del monasterio. La capilla es el mismo lugar donde además de celebrar Misa, recibió las visitas públicas del Papa Francisco y los nuevos cardenales cada vez que hubo un consistorio en el Vaticano. Por seguir en el tiempo de Navidad, la capilla aún luce un pequeño árbol navideño y un pesebre.
Junto a los restos de Benedicto XVI se colocaron algunos reclinatorios destinados a la oración.
Pocas horas después decenas de personas incluyendo cardenales, obispos, sacerdotes, trabajadores del Vaticano, religiosas de distintas congregaciones e incluso periodistas que cubren las actividades de la Santa Sede, pudieron ingresar al monasterio para velar los restos del Papa antes de que fueran trasladados a San Pedro.
A las 7:00 a.m. del 2 de enero, el cuerpo del Papa Emérito fue trasladado desde el monasterio Mater Ecclesiae a la Basílica de San Pedro para dar inicio al velorio y permitir que miles de peregrinos le den un último adiós.
El arcipreste de la Basílica, el Cardenal Mauro Gambetti, recibió los restos de Benedicto XVI con un acto litúrgico que duró alrededor de 30 minutos.