Ella Gunderson tiene solo 11 años de edad y como las chicas de su edad aún no ha decidido qué carrera seguir, pero sí sabe cómo quiere vestir. Sin embargo, cuando sale de compras nunca encuentra lo que busca porque la moda es lucir ropa cada vez más diminuta, al estilo de cantantes juveniles como Britney Spears o Christina Aguilera, cuya apariencia linda para algunos críticos con lo pornográfico.
Frustrada por no encontrar ropa pudorosa, Ella –que pertenece a un grupo juvenil católico denominado Challenge (Desafío)- decidió escribir a los administradores de Nordstrom, una de las principales cadenas de ropa de vestir en Estados Unidos sin esperar que su queja llegara hasta la prensa nacional.
La jovencita, que vive en Seattle (Estado de Washington) se ha convertido en una líder de opinión y representa ahora la voz de miles de adolescentes en el país que, como ella, quieren la opción de lucir ropa juvenil que cubra más piel de la que exhibe.
"Veo a todas esas chicas que andan con pantalones que muestran su ombligo y hasta sus prendas íntimas. Los vendedores sugieren que sólo hay una apariencia posible. Si esto fuera verdad, entonces se supone que todas las chicas debemos andar medio desnudas”, escribió Ella y encontró respuesta.
Los ejecutivos de Nordstrom le prometieron que la compañía procurará dar alternativas de vestuario para las jóvenes.
El caso de Ella no es el primero. En el año 2002, un grupo juvenil de Arizona pidió a la tienda Dillard ropa “más modesta” para las jóvenes. La cadena entonces comenzó a exhibir trajes pudorosos.