Mons. Alberto José González Chaves, sacerdote español que trabajó durante siete años en la Congregación para los Obispos en el Vaticano, recordó una bella homilía con una gran lección del Papa Emérito Benedicto XVI.
Tras comentar que la noticia de la muerte de Benedicto XVI le "paralizó un poco el corazón con una oleada de frío", el sacerdote que fue nombrado Capellán de Su Santidad en 2011 contó lo que hizo el sábado 31 de diciembre.
Después de celebrar la Misa de Réquiem por el Papa Emérito, "me dediqué a leer algunas, muchas de sus homilías de Navidad, sobre todo las que pronunció siendo Arzobispo de Múnich, que son de una belleza extraordinaria, como todo lo suyo", contó el también autor de varios libros espirituales en el programa del 1 de enero de La Sacristía de la Vendée.
Una homilía y una gran lección de Benedicto XVI
Mons. González, quien es además Máster en Bioética y Doctor en Teología Espiritual, explicó que en una de esas homilías, Joseph Ratzinger "cuenta un cuentito de un rabino al cual su nieto fue un día a abrazar llorando y le dijo: 'Abuelo, estoy muy dolorido porque un amigo mío se ha portado tan mal conmigo'".
El abuelo le pregunta al nieto por lo sucedido y este responde que le hicieron "algo tan feo como esta acción innoble: estábamos jugando al escondite y yo me había escondido tan bien que él se aburrió de buscarme, se cansó y se marchó del juego y me dejó solo".