El famoso teólogo P. José Antonio Fortea, explicó cómo cree que sería el funeral de un Papa Emérito, tras la muerte de Benedicto XVI, ocurrida el sábado 31 de diciembre.
Benedicto XVI falleció el 31 de diciembre a las 9:34 (hora de Roma) en el monasterio Mater Ecclesiae, donde residía en el Vaticano. Tenía 95 años.
A la pregunta sobre cómo cree que debería hacerse el funeral de un Papa Emérito, el Padre Fortea dijo que "la respuesta es sencilla, en todo igual a los de un Papa reinante".
"Sería estéticamente interesante que a la muerte de un papa, tras tocar las campanas a toque de muerto, se extendiera un pendón negro desde el balcón de la fachada de la basílica vaticana", indicó el sacerdote español en su blog el 31 de diciembre.
"No una simple, vulgar, tela negra, sino un rectángulo de seda adamascada, con borlas negras en su extremo inferior. Un rectángulo de unos 7 u 9 metros de longitud", precisó el sacerdote español.
"También sería un detalle de respeto a la grandeza de lo que significa ser (o haber sido) un vicario de Cristo en la tierra que se restaurara la pequeña ceremonia de golpear levemente con un martillito la frente del difunto, llamándolo tres veces", resaltó.