VATICANO,
El Papa Francisco presidió en el Vaticano las tradicionales vísperas con el rezo del Te Deum este 31 de diciembre, destacando que la amabilidad "es un antídoto contra algunas patologías" de la sociedad, entre ellas la "crueldad, la ansiedad y el frenesí".
Se trató de un momento de oración solemne vivido en un clima de profunda conmoción, debido a que se llevó a cabo pocas horas después del fallecimiento del Papa Emérito Benedicto XVI, a la edad de 95 años.
En su homilía, el Papa Francisco resaltó que la amabilidad "es un antídoto contra algunas patologías de nuestras sociedades".
"Contra la crueldad, que desgraciadamente puede introducirse como un veneno en el corazón e intoxicar las relaciones; contra la ansiedad distraída y el frenesí que nos hacen centrarnos en nosotros mismos y cerrarnos a los demás", dijo.
Ante esas "enfermedades" que nos hacen "agresivos", el Papa invitó a utilizar las "palabras humanas de la convivencia", que son: permiso, perdón y gracias.
"Con estas tres palabras se va hacia adelante en la paz, en la amistad humana", afirmó.