En época de descanso, muchos dejan sus ciudades a fin de visitar otros lugares. Las vacaciones pueden ser una buena ocasión para estar más cerca de Dios, y dedicar más tiempo a la oración y las actividades pastorales.
En Argentina, el territorio de la Diócesis de Mar del Plata es una de las zonas de mayor afluencia turística, sobre todo en verano, debido a sus playas.
Por eso, desde el Obispado promueven una pastoral enfocada en el turista.
Entre otras iniciativas, durante la temporada de verano se multiplican los horarios de Misas, hay actividades en las playas, intervenciones en las calles más comerciales y visitas del Obispo a las parroquias "de verano", ubicadas en distintos balnearios.
Todas estas actividades se enmarcan en cuatro ejes que están presentes todo el año, pero especialmente en verano: la acogida, el servicio, la comunidad y el anuncio.
En una entrevista con el Portal En Camino, del Arzobispado de Buenos Aires, el P. Juan Pablo Arrechea, Vicario de la Catedral de Mar del Plata, destacó que entre los turistas están aquellos que "vienen a encontrarse con el Señor, a descansar con el Señor... a aprovechar el tiempo de descanso para rezar un poquito más".