El sacerdote Jesús Silva ha instado a la Archidiócesis de Madrid a que invite a los párrocos a fomentar el toque de muertos desde los campanarios por los niños abortados y por las personas eutanasiadas al menos tres días al año.
El P. Silva considera que sería adecuado que en el día de los Santos Inocentes (28 de diciembre) y en el de la Anunciación (25 de marzo) las campanas de las parroquias tocaran a difunto.
Además, en memoria de las personas que mueren víctimas de la eutanasia, el sacerdote propone que las campanas suenen fúnebres el 26 de julio, día de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María.
El mismo día 28 el sacerdote compartió un video en el que explicaba por qué había puesto las campanas a ritmo funerario con esta intención.