Algunos fieles ya llaman "milagro de Navidad" a un hecho sorprendente: Los rusos bombardearon el centro de la ciudad de Jersón en Ucrania, lanzando dos bombas sobre una iglesia que finalmente no explotaron.
Según informó el 26 de diciembre el sitio web de la Iglesia Católica de Rito Latino en Ucrania, el bombardeo ocurrió el viernes 23.
Ese día, la iglesia estaba llena de gente, con muchos niños. Las bombas dejaron hoyos en el techo. Una de ellas cayó y se partió en dos, mientras que otra se quedó atascada en un muro.
Así lo explicó el Obispo de Odessa-Simferopol, Mons. Stanislav Szyrokoradiuk, durante la homilía de la Misa de la víspera de Navidad, el 24 de diciembre.
El Obispo comentó que ya se han registrado "muchos casos milagrosos que se están verificando" en la Diócesis, que comprende las ciudades de Jersón y Mykolaiv.
"Dios manda. Una persona dispara pero Dios controla las bombas", dijo el Obispo.