La policía de Salta (Argentina) intervino para permitir que una religiosa dejara el Convento San Bernardo, luego de una denuncia de su familia contra las autoridades del claustro por supuesta privación ilegítima de la libertad.
Se trata de una religiosa de la Orden de Carmelitas Descalzas, que residía en el convento de clausura ubicado en el centro salteño.
Según el Ministerio Público Fiscal de Salta, la monja había pedido autorización para salir del claustro, "pero se le negaba la posibilidad".
A inicios de diciembre "las autoridades religiosas manifestaron que debían disponer de la autorización proveniente del Vaticano. Sin embargo, cuando esta documentación estuvo disponible, le negaron la posibilidad de retirarse", detalla la web del Ministerio.
La Fiscalía ordenó entonces a la Policía "entrevistarse con las autoridades del convento, pero no fueron recibidos". Lo mismo sucedió con auxiliares fiscales que llegaron hasta allí, "sin posibilidad del ingreso al lugar para notificación".
Luego de esos intentos, y con ayuda del cuerpo de Bomberos, la Policía "logró ingresar al edificio sin forzar el acceso". En ese contexto, la religiosa "ratificó su intención de retirarse" y "fue trasladada a un lugar seguro", precisó el Ministerio Público Fiscal.