3 sacerdotes explican quién es el diablo, qué hace y cómo luchar contra él

"El demonio es la personificación del mal. Y esto es importante tenerlo en cuenta porque lo afirma el Magisterio de la Iglesia, lo más importante para los cristianos después de la Biblia. Es un ser personal, un ángel caído, un ángel que en la creación se apartó de Dios: Satanás", explicó el P. Silva.

¿Qué hace el diablo?

El P. Bronchalo indicó que el diablo "puede influir en ti, igual que las personas lo hacen. Él le ha dado la espalda a Dios y quiere tu destrucción".

"El diablo quiere tu condenación y la condenación es posible", alertó el sacerdote.

Tras recordar que el demonio dijo que no serviría a Dios, el P. Domenech explicó que "si nuestro fin es servir al Señor, él quiere lo opuesto, que nos separemos de Dios, de su plan, porque en definitiva odia nuestra felicidad".

"Servir a Dios nos hace felices y él quiere lo contrario", precisó.

"Es importante hablar de él, no porque él sea el protagonista. El protagonista es el Señor que derrota al demonio", dijo luego el P. Silva.

"Hablamos del demonio para conocer y comprender a nuestro enemigo", agregó.

El sacerdote madrileño explicó luego que el demonio tiene tres modos de afectar a las personas: la posesión, la opresión y la tentación.

En la opresión diabólica, apuntó el P. Silva, "el demonio no posee el cuerpo pero sí que está alrededor, rondando. Como dice la Escritura, el diablo como león rugiente, ronda buscando a quién devorar".

"La tentación en sí misma no es mala, pero dejarse caer y llevar en ella, sí", alertó el P. Domenech.

El P. Silva comentó que Dios es quien finalmente permite la posesión, "porque la liberación del demonio también genera fe".

¿Cómo enfrentar al diablo?

El P. Bronchalo resaltó que la Iglesia enfrenta la posesión con "el exorcismo, que se realiza siempre en el nombre de Cristo, y que hace un sacerdote con un ministerio especial que el obispo otorga".

El P. Silva dijo luego que la tentación, ante la que hay que rezar mucho, es la más peligrosa de las acciones del diablo, porque "con ella se puede pecar, y si no hay arrepentimiento, se puede terminar en la condenación eterna".

"En ese sentido, lo que hay que hacer es resistir a la tentación, considerando que hay que conocer las argucias del enemigo", agregó.

"Igual que un general que mira una fortaleza para ver el punto más débil por dónde atacar, así hace el demonio", subrayó.

Entonces, recomendó el P. Domenech, "hay que plantar cara y decir no. No voy a hacer esto y no te voy a decir ni por qué, porque no hay que dialogar con el demonio".

"Cuando uno quiere convertirse y vivir para Dios, es más difícil, porque la tentación es más fuerte", advirtió luego el P. Bronchalo.

Por ello es necesario hablar de las tentaciones con un sacerdote, porque "la tentación explicada al confesor ya está vencida", subrayó el P. Domenech.

El P. Domenech recomendó luego encomendarse al Santo Padre Pío, porque "luchó personalmente contra el demonio y prometió que a cualquiera que le pidiera ayuda por problemas con el demonio, él acudiría, y acude. Lo he vivido".

Por su parte el P. Silva recomendó el libro "Habla un exorcista", del P. Gabriele Amorth, fallecido en 2016 y que en vida hizo miles de exorcismos.

El P. Bronchalo sugirió a su turno las películas "El rito" (2011) y "El exorcismo de Emily Rose" (2005), que "explican el tema del demonio desde un punto de vista adecuado".