VATICANO,
Durante su discurso en el Foro Económico de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el Oficial de la Secretaría de Estado, Mons. Ettore Balestrero, se refirió al tema del desarrollo y pidió a la organización internacional que sea consciente de sus limitaciones y “promueva programas adecuados de ayuda y redistribución”.
El Prelado explicó que “el documento estratégico de la OSCE sobre la dimensión económica y ambiental reconoce que los estados miembros no se han beneficiado de la liberalización e innovación tecnológica; es más, en algunos casos ha contribuido a ahondar las desigualdades económicas entre los países e incluso en el interior de las naciones”.
“A pesar de los progresos conseguidos, algunos estados miembros necesitan todavía ayuda para la transición, para llevar a cabo de forma equitativa y eficaz las reformas y la integración en la economía mundial”, afirmó Mons. Balestrero y agregó que “las diversas condiciones que deben respetarse para que haya un proceso de desarrollo sostenible provocan el temor de que numerosos países no puedan conseguirlo por sí solos”.
“Un requisito fundamental –continuó– para dotarse de capacidad institucional para el desarrollo económico es crear las herramientas adecuadas para la redistribución de los recursos mundiales. Para ello es necesario un esfuerzo común e inversiones económicas y financieras”.
Asimismo, el Prelado recordó que “sabemos que todavía no hay instituciones y mecanismos internacionales que puedan hacer posible esa transferencia. Somos conscientes del hecho de que los países desarrollados adoptan en el ámbito nacional políticas encaminadas a corregir los fallos del mercado y las reducidas oportunidades de las regiones deprimidas”.
“En algunos países puede ocurrir que la toma de decisiones públicas e incluso el mismo sector público sean excesivos. Pero el punto central es que a nivel mundial la situación es diversa: el desarrollo institucional se ha detenido en las estructuras relacionadas con el mercado. Por eso es importante que en su compromiso económico la OSCE sea consciente de esta limitación y que promueva programas adecuados de ayuda y redistribución”, añadió.