VATICANO,
El limosnero pontificio, el Cardenal Konrad Kajewski, partió a Ucrania el pasado 18 de diciembre para llevar ayuda a la población que sufre las terribles consecuencias de la guerra.
La situación empeora tras nueve meses de invasión de Rusia en Ucrania y los recientes ataques del ejército ruso han causado que varias zonas del país se queden sin energía eléctrica y gas.
Desde hace varios días, el Cardenal Kajewski recorre de nuevo las frías calles de Ucrania repartiendo la ayuda recolectada en Italia durante las últimas semanas.
El Purpurado ha entregado a la población las camisetas térmicas donadas gracias a una iniciativa promovida desde el Dicasterio para la Caridad, para que los ucranianos puedan protegerse ante las bajas temperaturas del crudo invierno.
Además de las camisetas térmicas, el limosnero del Papa llegó desde Polonia a la ciudad de Lviv con un cargamento de generadores eléctricos. Pronto se trasladará a la capital de Kiev, donde pasará la Navidad.
En declaraciones a Vatican News, el limosnero del Papa explicó que "fue muy difícil cruzar la frontera" y dijo que había que esperar una cola de 25 km en la frontera, donde "salir era muy difícil".