Una campaña pide acoger a Cristo esta Navidad en los pobres, odiados y marginados [VÍDEO]

José Carlos fue padre muy joven, a los 17 años. La que hoy es su mujer tenía 15 y sus padres querían que abortara. Recurrió a Poveda de nuevo que les convenció y se ocupó de todo. Hoy tienen dos hijas, viven en el campo y tienen un futuro. 

El amor puede acoger la enfermedad

A Lilian Reyes la vida le asestó un duro golpe cuando su hija Lucía tuvo una infección generalizada por meningitis a los 18 meses, que le impidió el normal desarrollo: no anda, no habla, no sabe comer.

El padre de Lucía las abandonó y fueron acogidas por una prima de Lilian. "Lo que me ha empujado a estar como estoy hoy y a llevar esta situación es el amor", confiesa Lilian. 

Reconoce que una vida así es dura, pero a pesar de todo se siente agradecida a Dios: "Todos los días doy gracias a Dios por estar juntas. Y no importa cómo está". 

"Es como si ayudaras a Jesucristo"

Ángel y Mamadou son dos hermanos especiales. El primero fue adoptado con dos meses. El segundo, acogido por la misma familia cuando tenía 17 años, llegó a España en patera tras un largo viaje atravesando África desde Senegal. 

Ángel reconoce que la acogida que le brindaron cuando estaba recién nacido fue el motor para aceptar la entrada de un hermano mayor en su casa. "Como me dieron esa oportunidad voy a hacer lo mismo para que otro chico tenga la oportunidad que he tenido yo", explica Ángel. 

Ahora tienen 23 y 21 años y Mamadou tiene la intención de hacer lo mismo cuando tenga la ocasión: "Ojalá también pueda ayudar a otra persona, eso es lo que quiero". Y añade: "Cuando ayudas a otra persona es como si ayudaras a Jesucristo". 

"El mejor modo de recibir amor es amando"

El cuarto testimonio de la campaña lo protagoniza Jordi Cabanes, padre de 8 hijos (seis biológicos y dos de acogida). 

Maestro de profesión, él mismo fue adoptado. Esto, cuenta, significa ser hijo "de dos amores: el amor de la familia que te acoge, que te adopta y el amor de la madre biológica que en lugar de abortarte es tan generosa que te da a otro que te pueda cuidar mejor".

Vive en una casa de campo con otras siete familias, que han experimentado la acogida de la Iglesia Católica de una u otra forma. Casi todas tienen hijos de acogida y cualquiera que pida un plato de comida y quiera charlar se puede sentar a su mesa. 

"Fundamentalmente acogemos por nuestra propia necesidad", explica Cabanes, porque "el mejor modo de recibir amor es amando".