El Superior de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa, confirmó que el conocido sacerdote y artista jesuita Marko Rupnik, acusado de abusar sexualmente de al menos nueve religiosas, fue excomulgado por confesar a una de sus víctimas, pero esa pena le fue retirada posteriormente.
En declaraciones a la agencia Associated Press (AP), el P. Sosa dijo que Rupnik "fue excomulgado. ¿Cómo se levanta una excomunión? La persona tiene que reconocerlo y tiene que arrepentirse, lo cual hizo".
El Superior de los jesuitas indicó que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que investigó las denuncias contra el P. Rupnik, "dijo que sucedió, hubo la absolución de una cómplice". Esta sanción del Vaticano ocurrió en 2020.
La Iglesia considera que en una relación sexual entre adultos donde hay un desnivel de poder y de autoridad, como por ejemplo entre un fiel católico y un sacerdote, un director espiritual o un superior, es abuso sexual.
Al haber confesado a una mujer con la que había tenido relaciones sexuales, el P. Rupnik incurrió en excomunión automática, conocida en la ley de la Iglesia Católica como latae sententiae.
A diferencia de un abuso sexual con adultos, una excomunión latae sententieae no prescribe sino hasta que el Santo Padre o alguien encargado directamente por él proclame un decreto de absolución, usualmente a través de la Penitenciaría Apostólica.