VATICANO,
En el día de la Virgen de Guadalupe, el Papa Francisco presidió una Misa en la Basílica de San Pedro del Vaticano, donde aseguró que la Virgen "nos suplica que le permitamos ser nuestra madre y que abramos nuestra vida a su Hijo Jesús".
Durante su homilía, el Papa Francisco aseguró que "Dios conduce la historia de la humanidad en todo momento, nada queda fuera de su poder, que es ternura y amor providente".
"Se hace presente a través de un gesto, de un acontecimiento o de una persona. No deja de asomarse a nuestro mundo, necesitado y herido, para asistirlo con su compasión y su misericordia", señaló.
En esta línea, el Papa explicó que "su modo de intervenir, de manifestarse, siempre nos sorprende, y nos llena de gozo".
A continuación, dijo que "la venida del Hijo en carne humana es la suprema expresión de su método divino en favor de nuestra salvación".
"Así, -aseguró el Papa-, en Jesús, nacido de María, el Eterno entra en la precariedad de nuestro tiempo, se hace para siempre, de forma irreversible Dios-con-nosotros y camina a nuestro lado como hermano y compañero".