En el Convento de la Inmaculada en la ciudad española de Vitoria, situada al norte del país, en la provincia vasca de Álava, viven 15 monjas clarisas. Son el presente de la presencia continua de 775 años de las hermanas de Santa Clara en la ciudad.
La fundación de la comunidad de las clarisas en Vitoria data de 1247, aún en vida de la santa italiana que, siguiendo a San Francisco, fundó la segunda rama de la Orden.
Su primera ubicación es la que hoy ocupa el edificio del parlamento regional vasco, situado a escasos metros de la Catedral de la Inmaculada, dentro del Parque de la Florida.
Ese fue su hogar durante más de 600 años, hasta 1851. Solo durante un breve periodo a principios del siglo XIX, con motivo de la Guerra de Independencia, las monjas fueron a otro lugar para que el convento sirviera a las tropas frente al invasor francés.
A mediados de siglo, víctimas de las expropiaciones del patrimonio eclesiástico conocidas como "Desamortización de Mendizábal", recalaron en el que era convento de los Franciscanos Recoletos, que hoy se conoce como de la Inmaculada.
El estado ruinoso del lugar hizo necesaria la colaboración de los fieles y de las instituciones. De aquella época solo se conserva el retablo mayor de la iglesia y las dos campanas de la torre.