Tres años más tarde, el “Papa peregrino” presidió el rito de dedicación de esta capilla en la que Rupnik y su equipo restauraron el Muro de la Encarnación, el Muro de la Ascensión y Pentecostés, y el Muro de la Parusía.
En febrero del 2011, el Centro Aletti, renovó la capilla principal en el interior del edificio de la Conferencia Episcopal Española en Madrid (España).
También en la capital española, el sacerdote esloveno decoró la sacristía mayor, la sala capitular y la capilla del Santísimo en la Catedral de Santa María la Real de Almudena.
Además, es responsable del muro del altar mayor del Santuario de la Santísima Trinidad en Fátima (Portugal), situado frente al lugar de las apariciones de la Virgen María y su obra también se encuentra en el Santuario de Lourdes (Francia).
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En Italia, Rupnik diseñó la rampa y la cripta de la Iglesia inferior de San Pío de Pietrelcina, en San Giovanni Rotondo, a donde miles de fieles católicos acuden a venerar al Padre Pío.
Asimismo, ha decorado con sus famosos mosaicos la Capilla del Pontificio Seminario Romano Mayor en Italia; el Santuario de la Cueva de Manresa (España) — en donde el artista pintó 90 rostros bíblicos— ; la Iglesia de la Virgen de la Cruz del Sur en Australia y la Capilla de la Sagrada Familia de los Caballeros de Colón en Estados Unidos.
El sacerdote expulsado de la Compañía de Jesús fue el autor del logo del Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco del 8 de diciembre de 2015 y también recibió el encargo de elaborar la imagen oficial del X Encuentro Mundial de las Familias que se realizó en Roma del 22 al 26 de junio de 2022.
Consecuencias en su arte: ¿Retirar o no las obras de Rupnik?
En julio de este año, el Obispo de Lourdes (Francia), Mons. Jean-Marc Micas, señaló que los mosaicos de Rupnik deberían ser retirados, pero se abstuvo de tomar una decisión final sobre su destino ante la “fuerte oposición”.
El Cardenal Seán O’Malley, presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores (PCPM) y miembro del C9 que asesora al Papa Francisco, pidió prudencia con las obras de arte de Marko Rupnik a través de una carta.