Un sacerdote en Haití denuncia que las bandas armadas, que ahora dirigen el país, atacan escuelas y hospitales católicos en el país, afectado por una violencia "sin precedentes".
"Todos los años ocurre algo grave. Este año, y aún no ha terminado, no ha habido ni terremotos ni ciclones, pero una violencia sin precedentes ha invadido el país", dice a la agencia vaticana Fides el P. Antonio Menegón, sacerdote misionero camilo.
El sacerdote lamentó que la ola de violencia genera "inseguridad, miedo, hambre y desesperación y, para que no falte nada, ha vuelto la emergencia del cólera, que mata sobre todo a niños".
El P. Menegón dijo estar "con el corazón encogido" por la "catástrofe humanitaria" que afecta al país aunque "ningún medio de comunicación hable de ello".
El sacerdote relató que "las bandas armadas que gobiernan el país son cada vez más agresivas y ahora lo dirigen todo. Los precios de los bienes primarios, como los alimentos, el combustible y las medicinas, se han triplicado con creces".
"Los jóvenes violentos han destruido, saqueado y quemado depósitos de combustible, así como supermercados, iglesias, depósitos de alimentos de Cáritas y otras organizaciones humanitarias internacionales. Los hospitales, uno tras otro, están cerrando por falta de gasóleo, electricidad, alimentos y medicinas", lamentó.