El Papa Francisco pide que desde 2025 todos los cristianos celebren la Pascua el mismo día

Más tarde, explicó que "el clero y los fieles de nuestras Iglesias tratan de ofrecer un testimonio común del Evangelio de Cristo en condiciones difíciles y ya experimentan una comunión casi total en muchos lugares". 

"Esto es cierto -continuó el Santo Padre-, y esta situación es un signo de los tiempos, una fuerte llamada para que recemos y trabajemos intensamente para preparar el tan esperado día en que podamos celebrar juntos la Eucaristía, la Santa Qurbana, en el mismo altar".

Para el Papa Francisco, esto supondría "la realización de la unidad de nuestras Iglesias, una unidad que no es ni absorción ni fusión, sino comunión fraterna en la verdad y el amor". 

Por su parte, el líder espiritual de los cristianos ortodoxos orientales del mundo, el Patriarca Bartolomé de Constantinopla, también ha confirmado su apoyo a la búsqueda de una fecha común para celebrar la Pascua.

Según informó Vatican News, el patriarca es partidario de que esa fecha común se fije para el año 2025, que marcará el 1700 aniversario del Primer Concilio Ecuménico de Nicea.

Anteriormente, el arzobispo ortodoxo Job Getcha de Telmessos también sugirió que 2025 sería un buen año para introducir una reforma del calendario.

Dos calendarios

El Primer Concilio de Nicea, del año 325, decidió que la Pascua se celebraría el primer domingo después de la luna llena del comienzo de la primavera, por lo que la fecha más temprana posible para la Pascua es el 22 de marzo y la más tardía el 25 de abril.

En la actualidad, los cristianos ortodoxos utilizan el calendario juliano para calcular la fecha de la Pascua en lugar del calendario gregoriano, que se introdujo en 1582 y se utiliza en la mayor parte del mundo. 

El calendario juliano calcula un año ligeramente más largo y actualmente lleva 13 días de retraso con respecto al calendario gregoriano. 

Los mártires de Oriente Medio

Durante su audiencia con Mar Awa III, el Santo Padre también recordó que "el inmenso sufrimiento y el testimonio de numerosos mártires". 

"Por desgracia, Oriente Medio sigue herido por tanta violencia, inestabilidad e inseguridad, y muchos de nuestros hermanos y hermanas en la fe han tenido que abandonar sus tierras", lamentó el Papa a continuación. 

Frente a esta situación, el Papa Francisco hizo un llamamiento para que los cristianos de Oriente Medio puedan disfrutar de sus derechos, "en particular la libertad religiosa y la plena ciudadanía".