A cinco años del hundimiento del submarino ARA San Juan, el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, homenajeó a los tripulantes fallecidos y llamó a "la alegría de la Pascua".
En la Misa que presidió este 15 de noviembre en la Base Naval de Mar del Plata, Mons. Olivera dijo que "ofrecemos este sacrificio porque creemos y esperamos la resurrección de los muertos, como profesamos todos los domingos en el Credo".
La Eucaristía tuvo lugar en la Base Naval de Mar del Plata, y contó con la presencia del Ministro de Defensa de la Nación, Jorge Taiana; el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Almirante Julio Horacio Guardia; autoridades de las Fuerzas Armadas, familiares de los fallecidos e invitados.
Al pedir por el eterno descanso de los 44 hermanos fallecidos en el Submarino ARA San Juan, el Obispo animó a volver a "poner nuestra mirada de fe, que ilumina toda realidad humana".
"La muerte es, desde el pecado, un aguijón de nuestra carne. Esa realidad tan cierta y lo más seguro que tenemos en la vida: que solo por vivir podemos morir", señaló el Prelado.
Sin embargo, advirtió, "la distanciamos, no la elaboramos, no la consideramos como parte de nuestra vida".