VATICANO,
El Papa Francisco dijo hoy que "la desolación provoca una 'sacudida del alma', nos mantiene despiertos, favorece la vigilancia y la humildad y nos protege del viento del capricho".
El Papa Francisco continuó con su ciclo de catequesis sobre el discernimiento en la Audiencia General que se celebra cada miércoles desde la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Ante los fieles presentes, recordó este 16 de noviembre "lo importante que es leer lo que se mueve dentro de nosotros, para no tomar decisiones apresuradas".
El Santo Padre centró su catequesis en la desolación, y explicó que esto también puede ser ocasión de crecimiento.
Aseguró que "si no hay un poco de insatisfacción, de tristeza saludable, una sana capacidad de habitar en la soledad y de estar con nosotros mismos sin huir, corremos el riesgo de permanecer siempre en la superficie de las cosas y nunca tomar contacto con el centro de nuestra existencia".
En esta línea, dijo que "la desolación provoca una 'sacudida del alma', nos mantiene despiertos, favorece la vigilancia y la humildad y nos protege del viento del capricho".