La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), exhortó a la población a no bajar los brazos para detener la violencia que golpea el país en los últimos días y que ha motivado que el gobierno decrete el estado de excepción en tres provincias.
Ayer viernes el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, extendió a la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas el estado de excepción que desde el 1 de noviembre rige en las Guayas y Esmeraldas.
Con el estado de excepción se suspenden por 45 días los derechos a la libertad de asociación y reunión, y a la inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia. Los decretos del 1 y 4 de noviembre también establecen el toque de queda desde las 9:00 p.m. a 5:00 a.m.
Con ellos, Lasso busca frenar los atentados, algunos con coche bomba, que durante la semana han ocurrido en estas provincias y que han dejado varios muertos, incluidos policías.
La prensa local informó que los atentados son las reacciones de grupos narcotraficantes ante la política del gobierno por retomar el control de las cárceles.