El Obispo de la Diócesis de New Ulm (Estados Unidos), Mons. Chad Zielinski, relató cómo pasó de llevar a Cristo a los soldados durante la guerra, a evangelizar a los católicos que viven en zonas remotas en Alaska.
Mons. Zielinski nació y creció en Michigan, Minnesota (Estados Unidos), y al terminar la secundaria se sintió llamado a servir a su patria e ingresó a la Fuerza Aérea. Durante ese tiempo conoció al capellán y admirado por su trabajo se unió a las filas de Cristo.
Luego de cinco años como sacerdote, tras el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, fue enviado como capellán a servir en medio de la guerra. Tres años después, el Papa Francisco lo nombró Obispo de Fairbanks, en Alaska, donde llevó a Cristo a los pueblos remotos.
Desde este año es Obispo de la Diócesis de New Ulm.
Mons. Zielinski, de 57 años, dijo al National Catholic Register que al llegar a la base de la Fuerza Aérea, se unió a la comunidad parroquial y ayudó a educar en la fe. Dijo que su amistad con el capellán lo motivó a pensar en el sacerdocio.
"Yo era muy amigo del capellán católico y pude ver lo que hacía día a día. Dios estaba despertando dentro de mí el deseo de ser ministro, y la gente decía: '¿Alguna vez has pensado en ser sacerdote?'. Dios obra a través de todo eso", dijo.