La Catedral de Salamanca acoge desde hoy la exhibición de la primera recreación hiperrealista del cuerpo de Cristo basado en los datos científicos obtenidos de la Sábana Santa de Turín.
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La escultura, realizada en látex y silicona, pesa unos 75 kilos y, al tacto, se comporta como un ser humano, según los responsables de la exposición, pues no es posible comprobarlo por los visitantes.
La figura produce una impresión notable en el espectador. Tanto es así que al Obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retama, que fue de los primeros en ver la escultura, se le pudo observar meditando en silencio por unos segundos.
La postura es la propia del rigor mortis que debió sufrir el cuerpo de Cristo. Piernas un tanto encorvadas, manos cruzadas a la altura del pubis. No hay un falso pudor en la figura. Todo el cuerpo del hombre de la Sábana Santa es visible, sin prejuicios, circuncisión incluida.
El pelo que se ha utilizado es humano y se aprecia por todo el cuerpo, desde los pies a la cabeza, con todo el realismo, sin dejarse un detalle.