El Obispo de Apartadó (Colombia), Mons. Hugo Torres Marín, señaló ayer martes que cerca de la frontera con Panamá se vive una crisis humanitaria, pues hay miles de personas arriesgando sus vidas para cruzar la selva del Darién en su camino hacia Estados Unidos.
Desde hace algunos días se registra en las localidades cercanas a Panamá una acumulación de miles de migrantes, muchos de ellos venezolanos, que están esperando en la población de Necoclí la oportunidad de cruzar en lancha hacia Capurganá, en el otro extremo del golfo de Urabá, para de ahí atravesar el tapón del Darién.
Sin embargo, en la ruta se exponen al robo y tráfico de personas, e incluso a la muerte.
Ante ello, el director general de Migración Colombia, Fernando García Manosalva, se desplazó recientemente hasta el Urabá para revisar la situación en los municipios colombianos de Carepa, Turbo, Apartadó, Necoclí, Acandí y Capurganá, donde hay cerca de ocho mil migrantes.
Por su parte, en declaraciones a Noticias Caracol, Mons. Torres Marín, en cuya diócesis se encuentran estas poblaciones, dijo que "yo sí creo que es una crisis humanitaria".
El Prelado indicó que casi todos los migrantes son venezolanos. "Muchos están llegando con situaciones de pobreza extrema, sin dinero, sin ropa, sin zapatos adecuados para cruzar una frontera y un camino tan pantanoso como el del Darién", dijo.