La Archidiócesis de Valencia (España) cuenta con un "papamovil" destinado al transporte de la imagen peregrina de su patrona, la Virgen de los Desamparados que es conocido como el "maremóvil".
La idea surge cuando a finales de los años 90 del siglo XX se comprende que no son pocos los peligros que conllevaba el transporte en camiones de la imagen peregrina de la Virgen.
Por un lado su carga y descarga representaba un riesgo para la propia talla y, por otro, para los miembros de la Hermandad de Seguidores de la Virgen encargados de su custodia.
Su presidente, José Luis Albiach, explica a ACI Prensa que era necesario encontrar un vehículo "en el que fuese automático el proceso de carga y descarga y que fuese utilizado únicamente para transporte de la Imagen procesional de la Virgen de los Desamparados"
Esta inquietud fue conocida por un periodista local, Julio Tormo, quien se ofreció a iniciar una campaña para recaudar el dinero necesario, 5,5 millones de pesetas en 1998, lo que hoy equivale a más de 33.000 dólares.
Además, se recaudaron otros 6.000 dólares que fueron destinados al Cottolengo.