VATICANO,
A continuación, la homilía completa del Papa Francisco en la Audiencia General de este miércoles 12 de octubre acerca del deseo y anhelo de alcanzar la plenitud.
Queridos hermanos y hermanas,
¡Buenos días!
En estas catequesis estamos revisando los elementos de discernimiento. Después de la oración y el autoconocimiento, hoy me gustaría hablar de otro "ingrediente" indispensable: el deseo. De hecho, el discernimiento es una forma de búsqueda, y la búsqueda nace siempre de algo que nos falta pero que de alguna manera conocemos.
¿De qué tipo es este conocimiento? Los maestros espirituales lo indican con el término "deseo", que, en su raíz, es un anhelo de plenitud que nunca encuentra plena realización, y es el signo de la presencia de Dios en nosotros. El deseo no es el deseo del momento. La palabra italiana procede de un término latino muy hermoso, de-sidus, literalmente "la falta de la estrella", del punto de referencia que orienta el camino de la vida; evoca un sufrimiento, una carencia, y al mismo tiempo una tensión por alcanzar el bien que falta. El deseo es entonces