Cada 9 de octubre la Iglesia Católica celebra a San John Henry Newman (1801-1890), figura prominente del catolicismo británico, teólogo brillante e influyente, y uno de los más celebrados conversos al catolicismo de los últimos siglos.
Perseverando en la búsqueda de Dios
Nacido en Londres (Reino Unido) el 21 de febrero de 1801, fue primero presbítero de la Iglesia anglicana hasta que dio el paso de la conversión al catolicismo en 1845. Su amor y apertura a la verdad, así como la docilidad con la que se dejó conducir por el Espíritu Santo, lo impulsaron a dar ese giro a su vida.
Como católico profundizó y contribuyó a la enseñanza de la Iglesia, gracias a su amplio conocimiento de la teología y a su aguda mirada sobre los tiempos modernos, mirada cimentada en el Evangelio. Fue elevado a la dignidad cardenalicia por decisión del Papa León XIII (1879).
Vuelta a las fuentes
En su juventud estuvo vinculado al denominado Movimiento de Oxford, llegando a ser una de sus figuras más importantes. Dicho movimiento -integrado por destacados intelectuales vinculados a la no menos prestigiosa universidad- aspiraba a que la Iglesia de Inglaterra volviera a sus raíces, lo que derivó en posiciones teológicas cada vez más cercanas al catolicismo y en el consiguiente deseo de sus miembros de incorporarse a la Iglesia Católica.