Si todos tenemos un ángel de la guarda que nos cuida, consuela y acompaña durante nuestra vida terrenal hasta llegar al cielo, ¿Jesús, que es el Hijo de Dios, también tuvo uno?
El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que los ángeles son seres espirituales creados por Dios para alabarlo y colaborar con Él. Al nacer, Dios Padre nos asigna uno de ellos para que nos proteja de los peligros y nos aliente a vivir unidos al corazón de Cristo.
Patti Maguire Armstrong, madre de 10 hijos y escritora de libros que ayudan a los católicos a vivir su fe en la vida diaria, escribió en National Catholic Register sobre el ángel de la guarda que habría acompañado a Jesús durante su vida terrenal.
Armstrong recordó que el Jueves Santo, cuando Jesús fue a rezar en el Monte de los Olivos, la Biblia narra que un ángel salió al encuentro del Hijo de Dios para consolarlo.
San Lucas narra que esa noche de sufrimiento, Cristo le pidió a sus discípulos que “oren para no caer en la tentación”, se apartó de ellos, y arrodillado le pidió a Dios: “Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”.
Entonces, relató, “se le apareció un ángel del cielo que le dio fuerzas. Y, en medio de la angustia, oraba más intensamente. Le corría el sudor como gotas de sangre cayendo al suelo”.