El P. Alberto Reyes Pías, sacerdote de la Arquidiócesis cubana de Camagüey, aseguró que el verdadero problema que sufre la isla "no es la comida, ni la electricidad, ni la vida convertida en supervivencia, sino la urgencia de recuperar nuestra libertad".
En un artículo titulado "He estado pensando VI", sobre el drama de la opresión que se vive en la isla tras más de seis décadas de dictadura comunista, el P. Reyes Pías lamentó que "Cuba se parece a una mujer maltratada. Primero fue seducida, atraída con promesas hermosas, y convencida de que todo lo que se hacía era por ella y para ella".
"A cambio de esas promesas, a cambio de ese supuesto amor, ella debía entregarse por entero, confiada y ciegamente, y luchar, renunciando a todo, para que pudiera hacerse realidad el sueño hermoso con el que la convencieron", dijo.
Sin embargo, señaló, "todo era mentira. Ella nunca importó, ella fue simplemente un instrumento. Nunca fue amada, y nunca lo será por aquellos que todavía intentan seducirla".
El sacerdote cubano dijo luego que "como en cada proceso de maltrato, no todo fueron golpes. De tanto en tanto había caricias, pequeños regalos, situaciones suavizadas, para que en medio de las dudas crecientes ella tuviera motivos para agarrarse a una débil esperanza y pensara: 'Ahora sí, esta vez sí, por fin será diferente'".
"Pero nunca fue diferente, y nunca lo será", advirtió.