VATICANO,
"¿Son la guerra y la pobreza cosas del pasado?". Bajo este título, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada presentó una rueda de prensa para concienciar sobre la grave situación de los cristianos perseguidos en Mozambique, país situado en la zona oriental del sudeste africano.
Se trata de un país mayoritariamente cristiano, donde el 54% de la población es cristiana debido principalmente a la colonización portuguesa.
Según indicó Ayuda a la Iglesia Necesitada, este extremismo de lucha religiosa no existía hasta hace cinco años, cuando en octubre de 2017 comenzaron a surgir grupos de jóvenes terroristas. En aquel entonces hubo cerca de 4 mil muertos y cientos de miles de desplazados.
Una paz que nunca llegó
El Obispo de Nacala (Mozambique), Mons. Alberto Vera Aréjula, de nacionalidad española y perteneciente a la Orden de Nuestra Señora de la Merced, lleva más de 23 años en el país africano. Tiene 65 años y estuvo en el entierro de la hermana Maria Coppi, la misionera comboniana asesinada en Mozambique hace apenas un mes.
El Prelado recordó en la rueda de prensa que hoy, 4 de octubre, se celebran 30 años del acuerdo de paz en Mozambique, una paz que está muy lejos y que nunca ha llegado realmente.