El 23 de septiembre un contingente de efectivos del FBI irrumpió en la casa de Mark Houck, un católico provida y padre de siete hijos, una acción que ha provocado una protesta pública al ser considerada por muchos una demostración de fuerza innecesariamente agresiva.
Ahora, en medio de las protestas, el FBI ha cuestionado las versiones públicas que circulan sobre el arresto de Houck, de 48 años, y que ocurrió delante de su esposa e hijos.
En declaraciones a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI–, la esposa Ryan-Marie Houck relató que un gran contingente de agentes federales llegaron de la ley llegó temprano esa mañana afuera de la casa de la familia en Kintnersville en el condado de Bucks, Pensilvania (Estados Unidos).
"Un equipo SWAT –el equipo de operaciones tácticas del FBI– de unos 25 [miembros] llegó a mi casa con unos 15 vehículos y empezó a golpear nuestra puerta", dijo.
"Dijeron que iban a entrar si no abría. Y luego tenían unas cinco armas apuntando a mi esposo, a mí y básicamente a mis hijos", agregó.