VATICANO,
Durante la Audiencia General de este miércoles 28 de septiembre, el Papa Francisco destacó la importancia de la oración y advirtió que "quien se aleja del Señor nunca está contento, incluso teniendo a su disposición una gran abundancia de bienes y posibilidades".
Al continuar con su serie de catequesis sobre el discernimiento que pronunció en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco reconoció que "cuando tengo una oración que encuentro al Señor estoy alegre, cada uno de nosotros, estamos alegres, es algo bonito" y, por el contrario, "quien se aleja del Señor nunca está contento, incluso teniendo a su disposición una gran abundancia de bienes y posibilidades".
En esta línea, el Santo Padre subrayó la importancia de la oración y explicó que "la oración es una ayuda indispensable para el discernimiento espiritual, sobre todo cuando involucra a los afectos, consintiendo dirigirnos a Dios con sencillez y familiaridad, como se habla a un amigo" y explicó que "es saber ir más allá de los pensamientos, entrar en intimidad con el Señor, con una espontaneidad afectuosa".
De este modo, el Papa afirmó que "el secreto de la vida de los santos es la familiaridad y confidencia con Dios, que crece en ellos y hace cada vez más fácil reconocer lo que a Él le agrada".
"Esta familiaridad vence el miedo o la duda que su voluntad no sea por nuestro bien, una tentación que a veces atraviesa nuestros pensamientos y vuelve el corazón inquieto, inseguro o incluso amargo", señaló.
Además, el Santo Padre resaltó que en la oración y el discernimiento no existe "una certeza absoluta" ya que "no es un elemento químico" sino que "se refiere a la vida, y la vida no siempre es lógica, presenta muchos aspectos que no se dejan encerrar en una sola categoría de pensamiento".