VATICANO,
En una nueva carta, Benedicto XVI elogió la historia de una mujer que vivió "el drama interior de ser cristiano" y dedicó su vida al encuentro espiritual con Cristo en la Adoración Eucarística.
El Papa Emérito escribió que su propia experiencia personal era similar a la que vivió la Madre Julia Verhaeghe en una carta dirigida al autor de una nueva biografía.
El escritor, el P. Hermann Geissler, es un antiguo funcionario de la Congregación para la Doctrina de la Fe y miembro de la Familia Espiritual "La Obra" que fundó la Madre Julia y que el Papa Juan Pablo II designó como familia de vida consagrada en 2001.
En su carta a Geissler, a la que ha tenido acceso CNA -agencia en inglés del grupo ACI-, Benedicto no ocultó que tenía "el temor de que su vida pudiera tener poco interés en su conjunto por carecer de todo dramatismo externo".
Benedicto alabó al autor por hacer "visible el drama interior de ser cristiano, escribiendo una biografía realmente fascinante". El camino externo de esta vida, que lleva desde Bélgica a través de Austria y Hungría hasta Roma, con un punto central en Austria, se convierte en un reflejo del camino interior por el que fue conducida esta mujer."
"De este modo, se hace visible el verdadero drama de la vida, que se encuentra sobre todo en el encuentro con San Pablo y, a través de él, con Cristo mismo, permitiendo a los demás recorrerlo", añadió Benedicto.