Diócesis española ordena Obispo por primera vez en su catedral desde hace casi 50 años

Mons. Rebollo ha recibido la consagración episcopal de manos del Arzobispo Metropolitano de Zaragoza, Mons. Carlos Escribano, acompañado por el Nuncio Apostólico, Mons. Bernardito Aúza, y el Arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta.

Asistieron a la ceremonia el Arzobispo de Barcelona, Cardenal Juan José Omella, el Arzobispo de Valladolid, Mons. Luis Argüello, y el Arzobispo de Pamplona‐Tudela, Mons. Francisco Pérez.

En la ordenación episcopal participaron otros 11 Obispos, cuatro Arzobispos Eméritos, tres  Obispos Eméritos y 200 presbíteros. 

El nuevo Obispo ha tomado como lema episcopal "me amó y se entregó por mí" (Gal, 2, 20), que son "las palabras que me vinieron a la mente cuando Su Santidad me manifestó su deseo de que fuera Obispo de Tarazona", detalló el Prelado. 

Mons. Rebollo afirmó que "sin el apoyo del amor de Cristo no se puede caminar, solo el amor da vida y permite vivir" y, al tiempo, que "sentir que ese amor procede de la entrega de Cristo por mí, es lo que me permite mirar hacia delante y decir sí". 

El Prelado puntualizó que "la entrega de Cristo, de su vida por todos, es algo personal" y que "se trata de una experiencia y un don que cada uno debe acoger". 

Mons. Rebollo también trasladó que, junto al lema apiscopal, en su interior surgieron las de San Pablo a Timoteo: "Toma parte de los duros trabajos del Evangelio según las fuerzas que Dios te dé". 

Unas palabras que considera "exigentes, por la responsabilidad que suponen", pero a la vez, que "plenifican y satisfacen, por Quién te envía y a Quién anuncias". 

Una diócesis con 1500 años de historia

Los orígenes de la Diócesis de Tarazona son difusos, si bien se tiene la primera noticia histórica en el año 449. En la actualidad pertenece a la provincia eclesiástica de Zaragoza y ocupa una extensión de más de 4 mil kilómetros cuadrados. 

Tal y como expresó el Obispo Emérito de Tarazona, Mons. Eusebio Hernández Sola a Mons. Rebollo durante la celebración "el Señor pone en tus manos una diócesis rural, pequeña de habitantes, de escasos recursos económicos y con las limitaciones que conlleva el envejecimiento de la población". 

Sin embargo, añadió que se trata de "una diócesis rica de humanidad, de fraternidad, de sencillez, de esa espiritualidad que tanto añora el mundo de hoy y no sabe descubrir". 

Además, esta pequeña diócesis española tiene encomendada una misión en Cochabamba (Bolivia) "que es como otra diócesis, pues atendemos a unos 60 mil fieles", puntualizó el Obispo saliente. 

Esa misión cuenta con una parroquia, varias capillas, dos guarderías, dos colegios, un centro de formación profesional y programas de ayuda a mujeres maltratadas, detalló el Prelado emérito durante la ceremonia.